La creación de Adam, de Miguel Angel. El crear es creer. Con este juego de palabras baso mi reinterpretación de la creación de Adam. La capilla Sixtina creada en el siglo xvi, es reflejo del resurgimiento del estado Pontífice en Roma. Irónicamente, en dos siglos en que el pensamiento y el conocimiento se empiezan a librar de la atadura de la Iglesia católica, se acepta el destino; la idea de Dios sostiene y da sentido a la existencia humana. Su existencia no se cuestiona y la Iglesia es la institución que regula la relación de los mortales con la divinidad, y por ente la moralidad del que este se sostiene. Los siguientes siglos, el poder de la iglesia como estado territorial se verá deteriorado, el método científico revelara conocimiento que no encontrara ligarse a lo dictado por la ella, por lo que se empezara a cuestionar incluso a rechazar, hasta llegar a frase de Nietzche: Dios a muerto. Con esto, ya no hay vuelta atrás, Dios como la idea que sustentaba el sentido de la existencia humana se vuelve frágil, al igual que la moral derivada que regulaba las acciones del individuo. Al no poder comprobar la divinidad, la fe se sustenta de la experiencia religiosa personal o colectiva, “la creencia de que la atadura espiritual personal es el único medio de llegar a Dios”. Ante la realidad objetiva en donde la religiosidad no es práctica, se traslada a la realidad intangible de la experiencia humana, la subjetividad. El último siglo es muestra de esta fe que busca sustentarse en un rostro “real” habitante de esta realidad objetiva: el papa latría. La devoción de los últimos papas solo se compara al fanatismo, que es más ciego, más pasional y más mutable, encuentro es efímero el rostro que lo sostiene. Finalmente ante esta elección en donde depositar su fe, el hombre no se siente desamparado ante el abandono del sin sentido que puede tener su existencia. Al elegir se crea la idea de en lo que se cree. Creo que es evidente en este inicio de siglo, en donde la fe ya no está ligada a la institución, sino al fanatismo que tiene relación con el entretenimiento, la búsqueda de placer de esta sociedad consumista hedonista, y el traslado de las vivencias a desarrollarse en una virtualidad, una realidad creada.