Estaba preparada... para olvidarme de toda yo,
de todo lo que me ata a este cuerpo humano...
regresar a mi vida pasada y a mi vida futura,
cerré los ojos... y me deje inundar por la placidez...
ningún otro pensamiento,
ningún juicio moral,
nada... solo éxtasis,
solo eso...
...de repente el sonido
fue la expresión natural
de mi deleite.
ADVERTENCIA:
La inocencia del placer se logra cuando este, se encuentra libre de malicia,
(la más pequeña duda podría contaminar el ritual)
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