Evgen Bavcar, fotografo ciego. Nace en 1946 en Eslovenia, Pierde la vista en dos accidentes consecutivos antes de cumplir los 12 años. Estudia Historia en Liublina y Filosofía en Sorbona, al establecerse en parís, toma más enserio su oficio fotográfico, que antes solamente había quedado en la parte amateur. En 1987 en parís fue su primera exposición de carácter profesional, con esta exposición detonaron buenas críticas y su reconocimiento como artista fotográfico, por aquellos que conciben la fotografía como una actividad mental. En Europa cuenta con más de 100 exposiciones, pero es poco conocido en América.. Toma sus primeras fotografías ya ciego, a los 16 , a un chica del que estaba enamorado; desde eso momento se enamoro de la fotografía por permitirle poseer imágenes que no podía ver, de robar a través de la película algo que no le pertenecía. Ha teorizado sobre su ocupación paradójica y sobre los desafíos de su propia fotografía para los otros. “mi mirada existe gracias al simulacro de la foto que ha sido vista por otro.” Muchas de sus fotografías son fruto de montajes por superposición, procedimiento que se considera dificultoso controlar, La mayoría de sus trabajos son resultado de exposiciones largas mientras recorre los objetos con una luz, o se guía con su mano o de algún asistente. Señala que lo importante no es el cómo se construyen esas imágenes, la necesidad de ellas, tanto de consumirlas como de producirlas, y como la imagen es resultado de estas inquietudes.

Las fotografías de bavcar se agrupan por series temáticas: vista táctil, caricias de la luz, nostalgia de la luz, Eslovenia. Dentro de estas, se pueden observar dos vertientes técnicas: las imágenes construidas a partir de su interacción con el espacio que será retratado, después de una larga exposición que le permite dicha interacción; y las que son resultado del instante a partir de su interacción con otros sentidos con el espacio: como el oído y el tacto.

Sobre la validez estética de sus imágenes señala que estas surgen como una expresión de su subjetividad aparentemente incomunicable, pues finalmente él se expresa en su obra de las imágenes, de otra forma que los videntes. Sus fotografías no son imágenes retratistas, pues el no puede mostrar lo que no sabe por ver, pero son imágenes creadas a partir de su imaginario, que son representación interna de su realidad externas. Su expresión es diferente porque su misma relación con la realidad es diferente y él como la lee también, es por ello que su construcción no es la que uno esperaría cuando se habla de fotografía. Varias fuentes señalan que al observar sus imágenes uno no concibe que hayan sido realizados por un invidente, pero siendo atento, uno termina dándose cuenta que menos pueden ser construcciones de alguien de condiciones opuestas. Es otro discurso, que gracias a sus bases académicas se sustenta.